lunes, 8 de marzo de 2010

Quiero que brindemos por ellas……!

8 de marzo día internacional de la mujer


En París, la ciudad más bella del mundo, la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de las féminas han sido centro de numerosas actividades programadas por la UNESCO durante esta semana por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora toda la vida. (Que sería la vida sin ellas) si yo no tuviera vida, si tu no tuvieras vida, que triste seria la vida, si nuestras vidas ni vidas fueran, caramba pero hay caramba, hay que caramba en la vida, nos entrega a esas muñecas malvadas, hermosas como hadas, y almas bellas, sublimes, congeladas, pero hay que padre nos hacen la vida.



Mesas redondas, talleres, proyección de filmes y exposiciones marcarán el centenario de la génesis de esta fecha propuesta en 1910 por la defensora de las causas femeninas, la alemana Clara Zetkin y festejado en numerosos países a partir de 1911. Nunca serán suficientes los reconocimientos y homenajes a las madres, hijas, hermanas, compañeras, jefas, tiranas, complementos, causas de lo causado, engendradoras de guerras y poemas, esculturales vibrantes en todos los lugares del mundo y en todos los espacios siderales siempre habrá una sonrisa, unos ojos, un espíritu enigmático, tierno y generoso que inspira la construcción de grandes imperios o sume en la depresión a los mejores talentos. “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión, de lo mismo que culpáis” que buena calificación nos ha determinado la decima musa.

A las mujeres trabajadoras, a las mujeres heroicas, a las magnificas vírgenes (madre solo hay una y justamente me toco a mi), to all the girls i have loved before, a las líderes, a las religiosas, a las políticas, a las comerciantes, a las artistas, a las cocineras, a las directivas, a las tianguistas, a las guerreras, a las maquiladoras, a las divas, a las inmigrantes, a las indígenas, a todas las pecadoras de todos los siglos, a mis musas, a mis tormentos infernales, a mis glorias celestiales, a mis lunas y mis estrellas, a mis burbujas de Chámpame, a mis lagrimas salobres, a las gotas de lluvia cayendo sobre mi cabeza, a mis almas gemelas, a mis tiranas, perversas, mentirosas, pero principalmente a todas mis maestras, mentoras que me han formado en la ruta de sus ilusiones con un lugar preferente en su interminable lista, de entregas trascedentes, a la humanidad femele entera, mi gratitud, y admiración perene, y a nombre propio y de un cumulo de campesinos, obreros, mineros, trabajadores de todas las artes y oficios, de los mejores músicos del mundo, juntos con los científicos, filósofos, políticos, choferes y poetas encadenados por el sublime sentimiento del amor y el agridulce sabor del dolor levanto mi copa, y digo… que hablando de mujeres y canciones se fueron consumiendo las botellas, en honor de las damas acompañado del trovador Cupido solitario mensajero de amables notas que forman la mejor de las serenatas, y pa no decir como José Alfredo; “me canse de rogarle”, quiero que brindemos por ellas. Salud.

Con un enorme abrazo que envuelva a todas las féminas en los confines del mundo.

Jesus Persino Escalante.

Jessper9@hotmail.com www.onceuponatimenews.com

3 comentarios:

  1. Porque yo te pondría en el último círculo del infierno, entre Judas Iscariote, Bruto y Casio, si el resentimiento fuera el juez definitivo, sin embargo no soy más que un hijo que convive con la naturaleza extraña e inalterable de un aparato destructor que existe como cualquier cosa existe, cobijado por la indiferencia. No soy un juez, mi rencor, peligrosamente, puede convertirse en apatía. Prefiero escribir antes de continuar caminando y palpar ciega e inhumanamente el caos.

    Perdí o tuve que dejar ir al amor de mi vida aceptando, no pude hacer otra cosa que aceptar, con no menos insufrible resignación, el rol que el destino me asignó: corrector de algunas de tus más notorias irresponsabilidades, como ser el hombre de la casa a temprana edad, por ejemplo. Aunque a ti no importe, eso me está costando una inmensurable cantidad de felicidad.

    La copia del título que tienes en tus manos, y que pertenece a Esteban, tu hijo, no te costó ni siquiera la moneda de más baja denominación que existe o haya existido en el mundo. A pesar de ello él lo logró sin su padre. ¿En dónde estaría él ahora si la congruencia paternal respecto a responsabilidades fuese una norma? ¿Sería aspirante a juez de la suprema corte o líder de grupos juveniles o simplemente tendría una esposa, tendría hijos, una casa, un auto, una vida, probablemente sería feliz? Hoy, sin tiempo para disfrutar su triunfo, tiene que buscar un trabajo que le remunere para solventar y sobrevivir a los errores históricos.

    Uno de tus peores defectos es el olvido. Tu insalubridad mental podría exculparte ante un tribunal de existencialistas, nihilistas y, sobre todo, ante tu alma mater: una legión de masones mayores que diseñan algunas de las reglas primordiales que rigen el mundo, tú fuiste su títere de la colonia volcanes que jugó a ser precandidato, que ocupó puestos mediocres, nunca una metáfora de la cabeza, sólo un soldado raso que arruinaba su opulencia pasajera con sus borracheras, sus famosas traiciones y su arraigada demagogia que nunca pudo corregir, entender o siquiera reconocer su existencia. ¿Dónde están los hijos que te habrían protegido de caer si tú lo hubieses protegido primero? Existe una ausencia trágica de camaradería familiar. ¿Influye tu percepción de tratar a tu descendencia como empleados, subordinados a cumplir un plan que no has cumplido porque ni si quieras sabes de que consta? Probablemente. ¿Qué pasaría si todos estos mártires uniéramos nuestras fuerzas hacia un verdadero fin que preserve y asegure nuestro legado perpetuamente?

    La constante reclamación hacia tus hijos ingratos, unos mal agradecidos, unos hijos de la chingada (de sus respectivas madres) porque siempre te están abandonando. ¿Quién abandonó a quién? La verosimilitud fue la primera en dejarte. Has otorgado algunos de los peores escenarios posibles a una descendencia. La anomalía, la ven tus hijos al vivir contigo, como una cruel normalidad, yo mismo lo asimilo como el modus vivendi de un pepenador que busca alimento en un bote de basura. Han pasado años definitivos y acepto tu incongruencia como un rasgo indomable que habita en tus genes, por más diálogo que intenté tener contigo, es una lástima que ningún tipo de racionalidad te haya iluminado, siquiera la más evidente o fácil de asimilar (o quizá hayas fingido cuando te creí lúcido y gentil) y que mis palabras se precipitaron a la barranca estando tu rostro inmutable detrás de la máscara política.

    “Mi padre es el mejor ejemplo de las cosas que no debo hacer”, lo han dicho, lo he dicho, ¿lo seguiremos diciendo por el resto de nuestros días? ¿Por el resto de tus días?

    Si estás a tiempo de la redención es ahora, antes de que tu muerte sea una fiesta, antes de que los gusanos devoren al dictador. Tienes hijos que no querrán volver a pronunciar tu nombre y buscarán en el olvido la cura de la atrocidad adscrita a las palabras Jesús Persino, licenciado: Jesús Persino.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. ¿Por qué elegir un texto para declarar? Porque el texto no muere. Moriré yo, morirán mis hermanos, mi madre y las madres de mis hermanos, morirás tú primero que muchos de nosotros. El texto no muere, sobrevivirá en el internet, en el suplemente cultural del periódico de mis aliados. El texto sobrevivirá al papel que rompas cuando termines de leerlo. Quizá tu amnesia lo borré de tu mente pero reaparecerá en otra carta, en otro periódico, en otra página de internet. A la mayoría que lo lea no les interesará quien eres, pero sabrán quien eres. Algunos cambiarán de opinión respecto a ti.

    ¿Es el alcohol un medio que te permite hablar con los fantasmas que te esperan en el infierno? ¿Eres el hombre que de alguna o muchas formas seguirá arruinando la vida de sus hijos, Jesús Persino?, ¿eso eres?

    Puedes responderle a tu conciencia mientras viajas a Phoenix.

    No me atrevería a creer que la literatura sea capaz de cambiar sociedades, de crear revoluciones, mucho menos de restituir buenas conciencias en los hombres, si acaso hoy, como desde el principio, la literatura sólo alcanza para ser un desahogo frente a la tortura. Sin embargo me atrevo a sentenciar que el momento de heredar un mejor mundo a tu descendencia es ahora, cuando la locura no sea una farsa y tú entiendas que el final, tal vez cercano, somete cualquier soberbia.

    Fernando de Jesús Percino Lara
    Febrero y 2010

    ResponderEliminar